S’ha Acabat! Se opone a la huelga promovida por el SEPC y pide su expulsión de la UAB como colectivo

Laia López, estudiante de la UAB y miembro de S’ha Acabat!, ha denunciado que “la pintada sirve para preparar la huelga del 23M” que quiere impedir la aplicación de la sentencia del mínimo del 25% de español en las aulas”.

S’ha Acabat! ha iniciado una campaña contra la huelga estudiantil del 23 de marzo convocada por el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC). Laia López, miembro de la agrupación de la UAB, ha denunciado la pintada de una estelada gigante en el Campus Bellaterra en un vídeo difundido por la entidad.

Así mismo, López ha puesto de relieve que “la UAB financia con cuantiosas subvenciones las acciones vandálicas del SEPC”, a quien ha acusado de “causar daños en el mobiliario público” para posteriormente aclarar que las reparaciones por estos actos “se financian a costa del presupuesto de la universidad”.

A continuación, López ha exigido a la UAB “que aplique la normativa sancionadora contra los autores materiales de la pintada y exija al SEPC la reparación de los desperfectos”, así como que promueva “la expulsión del sindicato del registro de entidades de la UAB”. También ha pedido a la institución que “emita un comunicado de condena” y “garantice el derecho a la educación de todos los estudiantes del campus en la próxima huelga”.

En declaraciones posteriores, Laia López ha aclarado que “todas estas exigencias se han hecho llegar al rectorado de la UAB por escrito”, en una carta dirigida al Rector, Sr. Javier Lafuente.

Durante la pegada de carteles contra la huelga y a favor del bilingüismo en la educación, el Coordinador de S’ha Acabat! en la UAB, Adrián Fernández, ha animado a los estudiantes de todas las universidades catalanas a “ignorar la convocatoria de los encapuchados” y asistir a clase “como normalmente hacen”.

La Presidenta de S’ha Acabat!, Júlia Calvet, ha considerado que la inmersión lingüística “nunca ha sido un modelo de éxito” y ha recordado que los alumnos castellano-hablantes, “en generaly por culpa de la inmersión obligatoria, tienen un rendimiento menor” en el sistema educativo catalán.